Queso y anchoas
Queso y anchoas, esa pareja de toda la vida que nunca pasa de moda. Si te fijas en la barra de un bar ¿Cuántos pinchos encuentras con esta combinación? Muchos, porque son dos alimentos que casan a la perfección.
Esto que te decimos no es ninguna novedad, seguro que más de una vez has visto, y por supuesto probado estos pinchos de los que hablamos. Y seguro que en casa más de una vez ha sido el aperitivo, acompañado de una copa de vino o un vermut.
¿Por qué lo sabemos? Porque este maridaje es irresistible, además de beneficioso para nuestra salud. Estos son algunos de los beneficios de las anchoas:
- Alimento rico en ácidos grasos omega-3, lo que ayuda a disminuir el riesgo de contraer enfermedades cardiovasculares y reduce el colesterol malo y los triglicéridos.
- Fuente de proteínas de alto valor biológico
- Vitaminas A (mejora del sistema inmunológico), D, E y K
- Vitaminas del grupo B
- Minerales esenciales como el potasio, hierro (nos ayuda a prevenir anemia), sodio, fósforo, magnesio y calcio.
- Mejoran en funcionamiento de nervios y músculos
Después de saber esto, seguro te han entrado ganas de disfrutar de este maridaje. Si quieres prepararlo en casa, es muy sencillo, una lata de anchoas y el queso que más te guste. Nosotros, te damos estos pequeños trucos para que la elección sea todo un éxito:
- Queso tipo Philadelphia, al ser un queso suave, casa bien con el sabor fuerte, tan característico de la anchoa. Además la suavidad de este tipo de queso, nos permite poder añadir otro alimento a esta combinación
- Queso Semicurado, al no ser un queso con un sabor muy fuerte, nos permite dar un toque a la anchoa, sin que el sabor del salga por encima.
- Para los paladares más potentes, pueden probar con un queso de cabra. El picor propio de este tipo de quesos con la anchoa ¡es un clásico!
- Y por último, un queso azul. Dos productos con un sabor muy característicos, la combinación de ambos es ¡una explosión en boca!
Además, para dar el toque especial es importante poner el queso y la anchoa en una rodaja de pan con aceite, y ¡fin! Así de fácil es conseguir este pequeño aperitivo que seguro que te encanta tanto como a nosotros.