Cinco paraísos para Cheeselovers

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En España existen auténticos templos queseros que hacen realidad el sueño de quienes se pirran por el queso: el mayor descubrimiento láctico de la historia de la humanidad.

Hace unos años parecía imposible que en España existieran negocios exclusivamente dedicados a los quesos. Hoy, sin embargo, es una realidad tangible que tiene mucho que ver con el creciente interés de los consumidores por probar y saborear productos artesanos de calidad elaborados dentro y fuera de nuestro país.Comandando algunas de las tiendas de quesos más tentadoras hay personas entregadas y apasionadas con un objetivo común: dar a conocer -siempre de forma didáctica- esas elaboraciones artesanas que ni por asomo se podrían adquirir en los supermercados habituales.

Formaje (Madrid)

La carrera profesional en el mundo del queso de ambos comenzó en 2014 cuando formaron parte como socios del equipo directivo de ‘Quesería Cultivo’, que les permitió adentrarse en el mundo de la artesanía quesera nacional e internacional.Clara Diez y su marido Adrián Pellejo se conocieron siendo apenas unos críos mientras veraneaban en Brañosera, un pueblo de la montaña palentina. Juntos abrieron, precisamente antes de la pandemia, Formaje, una tienda de quesos que se ha convertido inmediatamente en parada imprescindible para cheeselovers en Madrid.

Formaje es, como ellos mismos dicen, la forma que han encontrado de “crear su particular universo en el que el queso es el protagonista absoluto”, y también la manera de dar salida a sus inquietudes personales y profesionales.

Ubicado en el barrio de Chamberí, Formaje es un punto de obligada visita para los amantes del queso. Con interiorismo de Cobalto Studio de Barcelona, se trata de un espacio que no es únicamente un punto de venta, sino también punto de encuentro y celebración de eventos y catas y en cuya primera planta, –consta de dos de unos 50 m2 cada una-, luce un mostrador de piedra tallada donde se exhiben un gran número de elaboraciones.

La Quesería (Bilbao)

La vida da muchas vueltas y si no que se lo digan a Judith Rojas, una intrépida mexicana nacida en Cuernavaca que en 2007 llegó a Bilbao para finalizar sus estudios de gastronomía y enología y se dejó atrapar por una ciudad que acabó infiltrándosele por completo en el corazón.

Su atracción por el queso viene de lejos. Con muchos amigos en Francia, Judith siempre aprovechó sus vacaciones para viajar al país galo y hacer acopio de buenos quesos.

Un día de verano de 2014, paseando por el casco antiguo de Bilbao, apareció el local perfecto. En su imaginación concibió una coqueta tienda de quesos que podría haber diseñado la mismísima Amélie de la película de Jean-Pierre Jeunet.

Allí mismo decidió abrir su negocio La Quesería donde además, el vino, su otra pasión, también tuviera un lugar prevalente.

Casa Daniele (Córdoba)

En octubre de 2015, a la vuelta de una estancia de seis años en Italia, Esther Alfaro y Raúl Ruiz tomaron la decisión de abrir en Córdoba, su ciudad, un negocio dedicado a los quesos al que llamaron Casa Daniele.

En sus inicios fue un reto complicado porque ofrecer un producto tan especial como el queso artesano en una ciudad mediana no es tarea fácil. Pero poco a poco fueron consiguiendo una clientela fiel, deseosa de escuchar las explicaciones de Esther y Raúl acerca de quesos asombrosos de los que, en muchos casos, ni habían oído hablar.

Llet Crua (Barcelona)

María Carrol, madrileña, historiadora y licenciada en Relaciones Internacionales, conoció en la capital de España a su futuro marido, el gerundense Xevi Miró, periodista de formación, a principios de la primera década de este siglo.  

Les unieron afinidades como el ecologismo y, sobre todo, el amor por la comida, en especial por el queso. E inmediatamente percibieron que, aunque en Madrid existían algunas tiendas especializadas en quesos, en Barcelona no. Cuando finalmente se establecieron en la Ciudad Condal, abrieron su establecimiento en el barrio de Sants. Nacía Llet Crua, exactamente el 19 de marzo del 2015.

El Sueño del Quesero (Albacete)

A finales del 2017 nace en Albacete El Sueño del Quesero fruto de la devoción que por los quesos han tenido desde siempre Juan Ramón Garijo y Marisa Alarcón, ingeniero industrial y maestra que llevan juntos 20 años. Marisa vivió su infancia junto a una vaquería y sus abuelos tenían vacas que ella misma ordeñaba. Juan Ramón, por su parte, pasó muchos días vacacionales de su niñez, en una aldea de Albacete, con la familia de su madre, y en su recuerdo quedaron las imágenes de los pastores con sus rebaños.

Un día los dos dejaron sus profesiones para volcarse en su particular empeño y abrir una tienda que provocara, ante todo, felicidad. Podría pensarse que un negocio de éstas características en la capital mundial del queso manchego estaría de sobra, pero nada más lejos de la realidad, pues detectaron que en la ciudad había una carencia de cultura quesera de variedad, y de establecimientos que impulsaran el conocimiento del queso.

Así pues, desde El Sueño del Quesero, su feudo, comenzaron a realizar catas comentadas con maridajes, encuentros con los productores, presentaciones… En el espacio que ocupa la tienda se recrean las condiciones de una cámara de maduración de quesos (10 grados centígrados y un 80% de humedad) y se guardan más de 40 tipos de elaboraciones de España y del extranjero.

Fuente:https://www.tendenciashoy.com/

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