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¿Qué ocurre cuando se juntan algunos de los cocineros más innovadores del momento en un congreso dedicado a la Cocina con Queso… y Humor? Un chiste no sale, desde luego que no. Salen siete recetas como siete soles en las que la técnica, la imaginación y el cariño con que se hacen ensalzan una materia prima de gran calidad: el queso de La Antigua.
Los astros hicieron que Elena Yartseva, Eugenio Kuzmin, Helio Flores, Julio César Macías, Santos Vicente, Goyo Moreno, Daniel Martín y Ramiro Gutiérrez se unieran en el teatro del Centro de Desarrollo Sociocultural de Peñaranda de Bracamonte el pasado 8 de octubre para mostrar a más de doscientos asistentes al «II Congreso Internacional de Cocina con Queso… y Humor».Esta gala finalizó como tienen que terminar todas las fiestas, con su particulares fuegos artificiales: la degustación de las siete tapas que crearon especialmente para la ocasión. Delicias que os describimos ahora mismo, que ya vemos que se os hace la boca agua pensando en el queso que contienen.
Elena Yartseva, bloguera de FoodVoyage, nos deleitó con su «Beso de una pastora caprichosa», plato dulce cuyo ingrediente secreto es el chili. Su compatriota Eugenio Kuzmin, cocinero del restaurante Novikov, se decantó por un plato tradicional de su tierra: «Arenque ruso en “el abrigo de piel” de salsa de remolacha», una exquisitez que nos encantó durante la cata.
El ecuatoriano Julio César Macías, de la taberna vallisoletana WabiSabi, nos regaló su niguiri falso llamado «Queso oriental tal», un bocado muy sugerente. David Martín Berrocal, profesor de la Escuela Municipal de Hostelería de Santa Marta, con su «Nociqueso: leche, queso, avellanas y azúcar», una tapa que nos retrotrajo a nuestra infancia y bien que lo agradecimos.
Helio Flores, uno de los cocineros más innovadores de Salamanca, creó «Los callos y la colmena», tapa en la que se unen los elementos de la cocina su tierra con el queso zamorano y que sigan maridando de por vida. Ramiro Gutiérrez, del café bar Xirex, creó una tapa cuyo nombre hace que se deshagan tus pupilas gustativas: «Mermelada de tomate picante, arenas de farinato y espuma de TORTA DE LA PASTORA con gominolas de yema de huevo». Para qué decir más.
Bueno sí, algo más queda porque dos de los mejores cocineros de Castilla y León, Santos Vicente y Goyo Moreno, de los Paradores de Salamanca y Zamora, nos emocionaron con «Los tres quesos», una tapa en la que los quesos de oveja se fundían en nuestra boca y nos hacían visualizar los campos de Castilla de los que tantos poetas se han enamorado a lo largo de los siglos:
«…Castilla de los páramos sombríos,
Castilla de los negros encinares!
Labriegos transmarinos y pastores
trashumantes —arados y merinos—,
labriegos con talante de señores,
pastores de color de los caminos.» (Antonio Machado)