Queso y orejones
¡Queso y orejones! Los orejones son típicos de fechas navideñas, cuando ocupan un buen lugar en todos los supermercados y por consiguiente en todas las mesas. Pero, ¿por qué no comerlos durante todo el año como acompañantes del queso?
Los orejones provienen de los albaricoques, los cuales se recolectan cuando están totalmente maduros y en el momento en el que sus niveles de azúcares son máximos. Para conseguir lo que nosotros compramos, se extienden los albaricoques en grandes bandejas de madera y se extienden al sol o en hornos de aire caliente.
Esta fruta, con su sabor dulce pero ligeramente ácido combina a la perfección con múltiples alimentos, pero con el queso hacen una pareja perfecta.
- Los orejones son muy bajos en calorías
- Sus propiedades nos suministran una gran cantidad de fibra y de nutrientes.
- Pero no solo esto, sino que son una gran fuente de betacaroteno, hierro, calcio y vitaminas.
Podemos decir, que estamos ante un compañero muy completo para el queso.
A la hora de combinarlo podemos usarlo tal cual lo compramos con unos taquitos de queso, hacer unas brochetas, o recetas más innovadoras como unas Cookies con queso y orejones.
Lo importante es saber disfrutar de estos alimentos y maridar el queso con alimentos diferentes a los habituales, con ello conseguiremos descubrir infinidad de sabores para nuestro paladar.