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Hay quien afirma que si solo pudiera comer un tipo de alimento en toda su vida, sería el queso… Pero también hay quién dice que no es bueno pasarse y que además engorda… Pues bien, la ciencia ha decidido contradecir al segundo. Preparad una buena tabla de quesos y disfrutadla, porque, ¡tenemos buenas noticias!
Un equipo de científicos de la Universidad de Copenhague ha concluido que una dieta rica en queso podría ser buena para la salud. Y, lo mejor de todo, no tiene que ser un queso bajo en grasas. Para analizar los efectos que tiene el queso sobre la salud, los investigadores analizaron una muestra a 139 adultos durante 12 semanas.
Para ello, dividieron a los participantes en tres grupos. El primero debía comer 80 gramos de queso de alto contenido en grasas cada día. El segundo tenía que ingerir la misma cantidad, pero de queso bajo en grasas. Por último, el tercero no comió queso, sino 90 gramos de pan con mermelada cada día.
Los resultados mostraron que los niveles de colesterol LDL -el malo- no había aumentado en ninguno de los participantes. El colesterol HDL -el bueno-, sin embargo si había variado en uno de los grupos.
Aunque la respuesta a cuál de los grupos fue el afortunado está bastante clara, vamos a confirmarla: el primero, el de los participantes que comieron 80 gramos de queso con alto contenido en grasa.
Por si fuera poco, otro estudio, en el que también participó la Universidad de Copenhague, concluyó que el queso ayuda a aumentar las bacterias intestinales que aceleran el metabolismo y, por lo tanto, ayudan a perder peso.
Dicho esto, ¡solo queda disfrutar del delicioso queso!